Mónaco es un hervidero de rumores y apuestas acerca del esperado nacimiento del bebé de Carlota Casiraghi. Y es que mientras la vida de Carolina de Mónaco se ha contado del derecho y del revés desde antes incluso de su llegada al mundo, dándose a conocer para su suerte y para su desgracia, en sus alegrías y en sus penas, todos los capítulos de la existencia de esta Princesa de leyenda -hoy ya abuela-, en cuestión de una generación la privacidad rige la crónica de sus hijos y hoy resulta casi imposible saber de sus bodas, de sus embarazos... De sus vidas.
El nacimiento del segundo nieto de la princesa Carolina seguirá previsiblemente las pautas de siempre, ya anticipadas por Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo cuando se convirtieron el pasado 22 de marzo en padres del pequeño Sacha: no habrá comunicado oficial ni tampoco presentación del bebé. Nada extraño. Tampoco hubo confirmación del embarazo. Rumores de toda índole compensan el vacío informativo. Que si espera un niño, que si se baraja como opción principal el nombre de Stefano (un emotivo homenaje de Carlota a su padre, fallecido en un trágico accidente mientras competía en los campeonatos mundiales de OffShore). La prensa espera la confirmación o de un desmentido sobre la futura boda de la pareja.
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