Poco amiga de los escándalos y la polémica, Valeria Mazza no ha podido esquivar la última, ya que afecta directamente a su única hija. Taína Gravier, una linda niña de 7 años muy parecida a su madre, tuvo algo muy cercano a un bautismo prematuro en la pasarela y se armó el lío. La edición argentina de la revista «¡Hola!» publicó hace algunas semanas una producción fotográfica de la pequeña y acto seguido se abrió el debate público sobre si estuvo bien o estuvo mal que sus padres lo permitieran.
Destapada la caja de Pandora sobre la moda y los menores, los vientos menos favorables a la exmodelo la azotan con reproches que sugieren que ella y su marido y representante, Alejandro Gravier, quieren hacer negocio con la pequeña. «No es que Taína se lanzó al mundo de la moda. Para ella, éste es su ámbito natural», se defendió Mazza en la revista «Noticias». Molesta por las voces que se alzan en su contra, puso un ejemplo para dar mayor peso a su argumento: «Supongo que el hijo del verdulero juega en la verdulería y Taína juega a ser modelo».
Valeria Mazza y Alejandro Gravier asistieron de la mano con Taína a la última edición de la Semana de la Moda de Milán. Allí fueron descubiertos por vez primera y retratados en el desfile de Gucci con la que podría ser una pequeña promesa de las pasarelas. Parecidas como dos gotas de agua, tras el reportaje de «¡Hola!», las especulaciones sobre el presente o futuro laboral de la cría comenzaron pronto. Y éstas aumentaron ante la ausencia en Milán de sus otros hijos,Balthazar, de 16 años, Tiziano, de 13 y Benicio, de 10. Los tres, con iguales o mejores condiciones para ser modelos.
Una niña de carácter fuerte
Antes de que en Argentina mirasen con lupa -y quizás un poco de envidia- el reportaje de la pequeña, su madre aseguraba. «No sé si Taína va a ser actriz, modelo o bailarina. Lo único que nos importa a Alejandro y a mí es que sea feliz». La exmodelo y actual empresaria recordaba que «desde muy chica me acompañó muchas veces a trabajar y siempre pide que la maquillen y la peinen». Dicho de otro modo, que la niña apunta maneras, «es muy femenina… Tiene un carácter fuerte, sabe lo que le gusta y cómo conseguirlo».
Si el perfil que pinta la madre de la hija se ajusta a la realidad, resulta difícil imaginar que Taína sea de mayor algo diferente a la heredera de Valeria Mazza. Si quiere seguir sus pasos y además ser su alumna en la Universitario de Modelos de la Universidad de Palermo (Buenos Aires), la niña tendrá que esperar porque, en palabras de su madre, que es la directora del curso, «antes de esa edad un chico no está capacitado para tener un trabajo, ni de modelo ni cualquier otro».
Por eso, Valeria, según «Noticias», insiste en que el reportaje de «¡Hola!» no es el principio de una carrera profesional y defiende que Taína, «es una nena normal que va al colegio (es alumna del Northlands, el mismo donde estudiaron Máxima de Holanda y la política del PP Cayetana Álvarez de Toledo), estudia comedia musical, hace tenis, natación y otras actividades». Dicho esto, también observa que el mundo de la moda, «está lleno de niños que hacen publicidades» y eso, «es la decisión de cada padre».
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