Dolores Aveiro lleva sólo tres meses en las redes sociales y no ha tardado en compartir una fotografía con los pequeños junto al árbol lleno de adornos propios de estas fechas que alegra su domicilio isleño.
El propio Ronaldo nació en Santo António de Funchal, donde precisamente se ubica el museo a él consagrado y que también verá alzarse el primero de los cuatro hoteles que la megaestrella del Real Madrid tiene previsto inaugurar en los próximos dos años, fruto de su asociación con el empresario Dionisio Pestana, dueño de todo un «imperio» con establecimientos de alto nivel en Londres, Barcelona o Berlín.
«Ya llegué a mi tierra, feliz con mis nietecitos», escribe esta mujer, quien precisamente cumple 61 años el día de Nochevieja. «Y también en compañía del niño Jesús», añade mientras se puede apreciar la amplia sonrisa que ilumina su rostro por disfrutar al lado de los menores.
Además, concluye: «Mis nietos son mi mayor riqueza», frase que confirma no sólo la alegría que siente toda abuela en una situación como la suya sino que se muestra muy contenta reuniendo a Cristianinho con los dos hijos de una de las hermanas de CR7, la cantante Kátia.
La familia Aveiro exhibe así, una vez más, su gran armonía, tal cual evidencian sus miembros en cuanto tienen ocasión. Al hijo del delantero madridista (y de la selección portuguesa) le hace mucha ilusión saber que su padre es un jugador con tanto éxito y, siempre que puede, pide que le lleven al Estadio Santiago Bernabéu. La imagen familiar difundida por Maria Dolores dos Santos se circunscribe a los «meninos» (como se dice «niños» en portugués), pero a buen seguro se unirán sus padres en las fechas más señaladas.
En el caso de Ronaldo, si viaja para celebrar la Nochebuena y el día de Navidad en Madeira con los demás será brevemente ya que el miércoles 30 de diciembre ha de estar listo para el duelo del Real Madrid con la Real Sociedad, un partido clave después del 10-2 al Rayo Vallecano.
Dolores Aveiro ha acreditado ser una verdadera «madre coraje», tal cual queda constancia en el libro autobiográfico que lanzó el año pasado, donde reconoce que pasó por serios apuros económicos para criar a sus hijos. Tanto es así que, cuando se quedó embarazada por cuarta vez (de Cristiano), pensó incluso en abortar ya que le costaba cuadrar las cuentas de casa.
La felicidad que salta a la vista con sus nietos la compensa después de haber sufrido durante muchos años, pues su marido (fallecido hace una década) tenía problemas con la bebida. Un mal que asola igualmente a Hugo, el hermano mayor del futbolista, candidato a la próxima edición del Balón de Oro en competencia con las dos principales perlas del Barcelona: Neymar y, cómo no, Messi.
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