Desde que Ivanka Trump se convirtió en una de las asesoras áuricas del presidente Donald Trump en la campaña presidencial (junto a su marido Jared Kushner), la compañía de moda y complementos que fundó ha entrado en un ciclo expansivo. Tanto que la línea que separa los negocios de la actividad política de la primera hija es cada vez más fina.
En los últimos meses, desde que su padre se mudó a la Casa Blanca y ella ha sido nombrada asesora especial (sin sueldo), la empresa Ivanka Trump Mark LLC ha florecido sobre todo internacionalmente. Su valoración supera los 50 millones de dólares, según los datos financieros remitidos por Kushner tras ser nombrado asesor del presidente.
A principios de abril, la compañía -de la que Ivanka ha dejado la gestión diaria, pero sigue siendo propietaria a través de un fideicomiso familiar- obtuvo la aprobación provisional del gobierno Chino de tres marcas registradas. Según Associated Press, esta decisión fue tomada el mismo día que el presidente chino, Xi Jinping, y su esposa compartían mesa con Ivanka y su marido en Mar-a-Lago (Florida).
Durante el encuentro oficial con el presidente Trump en su residencia de invierno, Xi cenó con la familia del magnate y fue testigo de la interpretación de la hija de Ivanka, Arabella, de una canción en mandarín en honor de los ilustres invitados. Un vídeo que lleva más de un cuatro millones de reproducciones.
Las licencias aprobadas provisionalmente para el uso del nombre de Ivanka en sus productos en China -a la que Trump ya no acusa de manipular divisas como denunció en campaña- están asociadas a bolsos, servicios de Spa y joyas.
Las solicitudes se presentaron antes de que Ivanka fuera oficialmente asesora especial del presidente. De hecho, más de una docena siguen pendientes de la decisión del gobierno chino. Este escenario plantea cuestiones éticas sobre potenciales conflictos de interés dada su posición de funcionaria del gobierno de EEUU.
Aunque servirse el prestigio de la Administración como plataforma para construir una marca no es delito, apunta AP, la legislación federal sí prohíbe a los funcionarios participar en asuntos del gobierno que puedan afectar a sus intereses financieros o el de sus esposas.
No son pocas las voces (de abogados que trabajaron para el presidente George Bush y Barack Obama), que piden a Ivanka a que deje de solicitar marcas registradas mientras esté en el gobierno. En la semana del encuentro entre Trump y Xi, más de tres toneladas de bolsos, billeteras y blusas de Ivanka Trump desembarcaron en EEUU procedentes de Hong Kong y Shanghai, según la compañía Panjiva, que analiza los envíos comerciales que se importan y exportan en el mundo.
El pasado mes de noviembre, cuando el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, visitó la Trump Tower durante el periodo de transición a la Casa Blanca también saltaron las alarmas. Por aquel entonces, según informó el diario 'The New York Times', la empresa de Ivanka estaba en negociaciones para obtener una licencia comercial para vender sus productos en Sanei International, que está participada por el gobierno nipón.
Los registros consultados por el diario señalan que el pasado mes de febrero las autoridades japonesas aprobaron las marcas registradas con el nombre de Ivanka para zapatos, bolsos y ropa.
Después de las elecciones presidenciales, la empresa que dirigía Ivanka solicitó al menos nueve marcas registradas en Filipinas, Puerto Rico, Canadá y EEUU. En conjunto, suma casi 180 licencias comerciales. Quedan por adoptarse decisiones sobre las licencias comerciales en una decenas de países. Entre ellos, Catar, Kuwait, y Panamá.
La nueva presidenta de Ivanka Trump Mark, Abigail Klem, señaló a la cadena CNN que estos registros de marca son habituales en el negocio "especialmente en regiones donde la violación de las marcas registradas está descontrolada".
Los ingresos de la marca en conjunto se incrementaron un 21% en el último año, según Klem, que asumió el nuevo rol el pasado mes de marzo.
Los datos del portal de venta 'on line Lyst', apuntan que que febrero fue un mes increíble para firma. Coincidiendo con la llamada al boicot de los productos de la primera hija y la publicidad de la asesora Kellyanne Conway desde la Casa Blanca, las ventas se incrementaron un 771% -respecto a las del año anterior-.
